La principal característica de la Depresión es la alteración del estado de ánimo, más intensa y persistente que las manifestaciones que acompañan a la adversidad, como por ejemplo la tristeza. Los síntomas nucleares de la depresión son:
- Tristeza severa, con llanto frecuente que no alivia.
- Humor depresivo. Se siente desdichado y afligido, con pensamientos pesimistas:
- Sobre el pasado: Culpa irracional y autoacusaciones sobre actos de su pasado.
- Sobre el presente: Solo filtran el lado triste de todos los sucesos; se sienten fracasados y consideran cualquier éxito como una casualidad. No acostumbran a reaccionar positivamente a las alabanzas.
- Sobre el futuro: Esperan lo peor y anticipan fracasos. Ideas de desesperanza.
- Apatía o desmotivación.
- Anergia: Falta de energía con tendencia a permanecer en la cama, y sensación de agotamiento.
- Anhedonia: No sensaciones de placer en situaciones, o con personas, con las que anteriormente se disfrutaba. Aislamiento de las actividades sociales.
- Retardo psicomotor, con lentitud de movimientos, alternando en ocasiones con agitación e inquietud continuada, probablemente por la intensa ansiedad acompañante.
- Ansiedad, con frecuentes elementos somáticos, lo cual puede confundir al paciente y al médico, ya que la consulta es por síntomas de los que no se encuentran las causas (depresión somatizada). Existe el trastorno a la inversa, es decir, la depresión secundaria a una enfermedad médica, lo cual implica un recuperación más lenta de la misma.
- Irritabilidad.
- Falta de concentración y memoria. Si bien acostumbra a reaccionar si se le anima a hacerlo, en algunos casos –sobretodo en los ancianos- es tan grave que incluso se confunde con una demencia (“pseudodemencia depresiva”).
- Empeoramiento de los síntomas en fragmentos del día, en función del subtipo de depresión.
- Trastornos del sueño: Insomnio de mantenimiento (despertares frecuentes y despertar unas horas antes de lo habitual), asociado a pensamientos depresivos. En algunos casos se asocia a exceso de sueño durante el día.
- Descenso del apetito y adelgazamiento progresivo. En la depresión “atípica” puede darse el fenómeno contrario (incremento del apetito).
- Decremento del interés por el sexo y dificultades de la respuesta sexual.
- Ideas de muerte. La pueden desear pasivamente para liberarse del sufrimiento. Pueden desembocar en pensamientos de suicidio e intentos del mismo, más frecuentes en mujeres pero más consumados en hombres.
No siempre se presentan todos los síntomas, dependiendo de la gravedad y la tipología de las depresiones.